Blogia
Castillos en el aire

..y ASÍ estamos...

La misma persona que un día me dijo que era de lo más frustrante y a veces incluso odiosa es la persona que ahora me hace sentirme muy impotente a mí. Tan impotente porque no entiendo su forma de actuar, ni de hablar, ni de hacer, ni de deshacer que me dan ganas de llorar sólo con pensar en ello.
Es como que un día te lo den todo, y te hagan sentirte relativamente bien y al día siguiente apenas te dirijan la palabra. Esos cambios de comportamiento NO LOS SOPORTO. Y por eso tengo ganas de llorar.
Y yo sabía que iba a ocurrir esto; lo sabía.
Porque están pasando cosas relativamente diferentes a todo lo que me haya pasado antes y precisamente por eso son cosas que a mí me costó dejar que pasaran. Y sabía que iba a ocurrir esto; lo sabía. Pero eso a la gente egoísta le da igual, porque no son ellos los que después se sienten impotentes, ni cabreados, ni con ganas de romper cosas, ni se pasan el día chasqueando la lengua y negando con la cabeza.
Es que de verdad, hay ciertas cosas que no puedo entender. A mí también me gustaría poder abstraerme de casi todo a veces, y elegir a lo que darle importancia y a lo que tener aparcado sólo para cuando a mí me interese, y saber decir lo que la gente quiere oír para que se quede contenta; pero es que desgraciadamente no sé hacerlo y por eso me frustra tanto que otras personas sí lo hagan y que encima les resulte sencillísimo. Es como si ya no importara nada.
Verdaderamente en muchas ocasiones me cuesta comprender el comportamiento humano, y tampoco es que me sienta tan diferente al resto, porque en esta vida al final casi todo se reduce a lo mismo, y seguramente a los demás también les costará comprender el mío; es más, me llamaron frustrante y odiosa precisamente por eso. Pero, y lo digo sinceramente, creo que mis comportamientos extraños son por algo, y tienen una mínima base en la que apoyarse, aunque ésta sea estúpida, fruto de mi paranoia e incomprensible; pero al menos la hay.
El caso, que hoy estoy muuuuuy cabreada, mucho, por esa estúpida razón de mierda, que no se merece ni eso. Pero para variar, tendré que esperar a que este enfado se desvanezca sólo. Claro. Es lo suyo.

0 comentarios